jueves, 27 de enero de 2011

Perseo y Andrómeda : la leyenda

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La leyenda de Perseo y Andrómeda ha sido tratada en el arte en numerosas ocasiones. Perseo. Hijo de la mortal Dánae y del promiscuo Zeus. El padre de Dánae, Acrisio, rey de Argos, había encerrado a su bella hija en una torre de bronce, porque tenía miedo de que se cumpliera una profecía que auguraba que su nieto -el hijo de Dánae- le mataría. Para evitarlo recluyó a Dánae junto a su nodriza, en una torre de bronce, pero el hábil Zeus se transformó en forma de lluvia de oro y llegó hasta ella , dejándola embarazada. Perseo nació en aquella prisión, y alí vivió hasta que tuvo cuatro años. Un día mientras jugaba, Acrisio oyó cuando las risas del pequeño y descubrió todo. Nocreyó en la inocencia de Dánae. Furioso, Acrisio ordenó construir un gran cofre de madera. Madre y niño fueron arrojados al mar y abandonados a una muerte, que él creía segura, segura. Pero nadie escapa a su destino, y las profecías de los oráculos rara vez fallaban, para desgracia de Acrisio. Perseo y su madre sobrevivieron a las tormentas y tempestades, y fueron rescatados por un pescador cerca de la isla de Sérifos. El pescador, Dictis, recogió a Dánae y su hijo y los llevó a la corte de su hermano Polidectes, el rey-tirano que gobernaba en la isla. Polidectes se encaprichó apasionadamente de Dánae y la cortejó sin éxito durante años. Dánae rechazaba sistemáticamente a su pretendiente con la excusa de que sólo vivía para su hijo. Un día, Dánae acudió a una fiesta que organizó el rey, con su hijo Perseo convertido ya en un fuerte y valeroso joven. La fiesta comenzó a animarse, la bebida corría sin mesura y el rey Polidectes hizo una propuesta: pidió a los presentes que le entregasen un caballo cada uno como regalo para poder ofrecérselo a la princesa Hipodamía para conquistarla. Perseo no tenía caballo, pero animado por el exceso de vino, prometió al rey que haría cualquier cosa por complacerlo, incluso traerle la cabeza de Medusa, una de las temibles gorgonas capaz de convertir a cualquier hombre en piedra con su mirada. Justo lo que Polidectes pretendía, una hazaña suicida que le despejaría el camino hacia Dánae. A la mañana siguiente, y enviados por Zeus, Atenea (Minerva) y Hermes (Mercurio) le proporcionaron a Perseo consejos y armas para su valiente cruzada. - Atenea le entregó un brillante escudo y el casco de Hades (Plutón), dios del inframundo. Un casco que otorgaba invisibilidad a quién lo llevara puesto. - Hermes le regaló una espada curvada en forma de hoz y unas sandalias aladas. Para encontrar el escondite de Medusa, Perseo fue en busca de las Grayas, tres horribles ancianas que compartían un mismo ojo y un mismo diente, pasándoselos una a la otra alegremente. Perseo les arrebató el ojo y el diente, imponiéndoles la condición para devolvérselos de que le revelaran dónde podía encontrar a Medusa. Las Grayas no tuvieron otra opción que mostrarle el camino a Perseo. Una vez en la residencia de las gorgonas, Perseo utilizó su casco de invisibilidad y el escudo reflectante para buscar a Medusa de forma indirecta, mirando su reflejo mientras se acercaba a ella. El cabello sinuoso de Medusa se contorsionó al percibir su presencia, pero ella no veía a nadie a quién atacar. Perseo cortó la cabeza de Medusa con su espada evitando su mirada. Introdujo la aún caliente cabeza en su bolsa y salió de aquella morada a toda prisa -utilizando sus sandalias aladas- perseguido por las furiosas hermanas de Medusa. De la sangre que brotaba de la cabeza decapitada de Medusa nació el caballo alado Pegaso. Durante su viaje de regreso, Perseo se encontró con el titán Atlas que le entorpeció el camino. Al ver que Atlas no le permitía seguir, le mostró la terrible cabeza de Medusa que aún mantenía su poder. Atlas quedó transformado en una enorme cordillera de montañas, que hasta el día de hoy sostienen al cielo con sus cumbres. Perseo siguió volando, atravesando el Océano, hasta que encontró encadenada a una roca a una bellísima joven, Andrómeda, a punto de ser devorada por Ceto, un gigante y terrible monstruo marino, hijo de Gea y Ponto.Nada más verla se enamoró de ella y pidió a sus padres su mano a cambio de rescatarla. Ellos se apresuraron a concedersela. Perseo descendió a toda velocidad desde el cielo y atacó a Ceto en una lucha sin cuartel que se zanjó de nuevo con el arma secreta de Perseo, la cabeza de Medusa. Pero Andrómeda tenía un antiguo pretendiente pues la princesa ya estaba comprometida. Tuvo que luchar contra el antiguo pretendiente de la princesa Andrómeda. También lo derrotó ayudado por la cabeza de Medusa. Una relación que empieza así,amor a primera vista, no puede terminar más que en matrimonio. La madre de Andrómeda había osado equipararse en belleza a las Nereidas, las ninfas del mar y encontraron la cruel ira de Poseidón. La única manera de calmar al dios del mar y que no destruyera su reino era ofreciendo a Andrómeda en sacrificio al monstruo Ceto. Al final, Poseidón perdonó a Casiopea y le regaló una constelación en el cielo próxima a la constelación de Cefeo. Perseo y Andrómeda se casaron, fueron felices, y tuvieron seis hijos. A su muerte, Perseo y Andrómeda recibieron por los dioses sendas constelaciones en su honor, con la inquietante presencia de la estrella Algol, que brilla de forma variable evocando al mortífero ojo de Medusa.Constelación de Perseo

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