martes, 18 de enero de 2011

CATILINA


Su nombre era Lucio Sergio Catilina . Vivió aproximadamente entre los años 108 a.C. y 62 a.C.

Perteneciente a una familia patricia, que había perdido luego su prestigio social y económico.


Para describirlo tomaremos en cuenta las expresiones de Cayo Crispo Salustio, escritor contemporáneo de Cicerón, y de cuyos relatos conocemos gran parte de lo acontecido en esos días.

Es un historiador que escribe con una intención moralizante poniendo de manifiesto la gran corrupción del poder político, criticando a muchos personajes por sus costumbres y carácter, a pesar de que él mismo, estuvo involucrado en aquello que denunciaba.


En la descripción de Salustio, Catilina aparece como una persona sumamente inteligente, hábil y de ambiciones desmedidas. Fuerte en su cuerpo y en su personalidad, calculador y frío.

Catilina se destacó por su meritoria carrera militar, partició en las guerras civiles (-84 a -81) que enfrentaron a Mario y a Sila, combatiendo junto a Sila.

Durante la dictadura de Sila realizó una ascendente carrera política, y , ya como cuestor, fue acusado de haber cometido crímenes aberrantes contra sus adversarios políticos.

Estaba a favor de la plebe empobrecida y endeudada, a la que ofrecía reparaciones económicas, como la condonación de deudas. Según Salustio, su entorno estaba conformado por adúlteros, homicidas, sacrílegos, y todo tipo de miserables.

Desde su juventud, estuvo involucrado en actos contrarios a las buenas costumbres y al pudor, como el cometido contra una sacerdotisa de Vesta, probablemente cuñada de Cicerón. Se le acusó además del asesinato de su propio hijastro, para casarse con Aurelia Orestila.

Fue designado pretor, y luego propretor de África, y , a su regreso, fue acusado ante el Senado por corrupción durante su mandato.

Tras dos intentos faliidos, de presentarse al consulado por tener cargos pendienrtes con la justicia, cuando en al año 63 a.C., logró Catilina presentarse fue vencido por Cicerón y Antonio.

Con su programa de defensa de las clases populares, reunió entre sus adeptos a todos los opositores políticos de Pompeyo y del senado romano, ayudado por Cayo Manlio, que logró reunir un ejército en Etruria.

La parte más ambiciosa del plan consistía en el asesinato de Cicerón. Sin embargo Cicerón fue alertado por Fulvia una mujer noblez amante de Quinto Curio. Éste era párticipe de la conspiración, que tenía una vida escandalosa, y por ese motivo había sido echado del Senado por los censores.

Curio le había contado a Fulvia sobre los planes contra Cicerón. La mujer delató lo que iba a acontecer, y Cicerón logró salvarse.

Cicerón acusó a Catilina ante el Senado, y el acusado huyó de Roma hacia Etruria para reunirse con Manlio.

Catilina atrajo también a su causa a Sempronia, la hermosa, lujuriosa y culta esposa de Junio Bruto, que moriría en Módena asesinada por Marco Antonio.

En Roma se encontraron unas cartas que incriminaron a cinco rebeldes, que fueron ejecutados.

Catilina y Manlio fueron declarados por decreto, enemigos de la República, quedando privados de sus derechos civiles y sometidos al derecho de guerra.

En Pistoya, (62 a C) las tropas de Catilina se enfrentaron a las de Antonio. Sería para Catilina, su último combate. Primero fueron muertos sus camaradas, y, luego, él mismo, en un acto de suprema valentía, se enfrentó casi en forma suicida con los pocos hombres que quedaban.

No hay comentarios: